Ficha de Caipiroska!

¡Hola a todos!
Bueno, después de algún tiempo por fin pongo mi ficha.


Información general
- Nombre real: Akari Etsu
- Nombre en clave: Caipiroska
- Sexo: Mujer
- Edad: 19 años aunque en ocasiones aparenta más mentalmente.  
- Lugar de nacimiento: Inglaterra
- Color favorito: Azul, cualquier tonalidad.
- Aspecto físico: Figura esbelta, proporcionada con una altura promedio para ser mujer. Tiene un rostro relativamente hermoso y suele mantener una mirada azulada que la convierte en un mujer sagaz. Cabe destacar que durante su niñez, tuvo el cabello marrón chocolate aunque, cuando perdió a sus familiares, ella decidió teñirse éste de su color favorito ya que de una forma metafórica le recordaba el cielo, la paz.

Perfil psicológico
- Carácter: Desde que perdió sus familiares a temprana edad, Akari cambió drásticamente. Pasó de ser la típica niña mimada y consentida a una muchacha analítica, muy perfeccionista y que solo pensaba en venganza. Suele no querer encariñarse con nadie, por lo que la gente tiende a pensar que es una mujer extraña; aunque la auténtica razón de su comportamiento es debido al miedo, teme perder algún ser querido más, aunque ella nunca lo reconozca por tu testarudez y carácter firme.

- Hobbys: Le encanta ir a la montaña, tirarse al suelo y observar el cielo azulado. Eso le tranquiliza y le hace sentir bien, en paz.

- Manías: Odia el fuego. Cuando lo ve se le hace un nudo en el estómago y tiene un impulso sobrehumano en querer apagarlo y no cesa hasta conseguirlo.

En la organización

- Tiempo en la organización: Escaso, unos tres años.

- Rango: Ella entró en la Organización por su valentía y carácter firme al asesinar a uno de los miembros (ya que éste casualmente fue el que mató a sus familiares). A pesar de ser uno de los miembros más jóvenes de la Organización, Akari, en más de una ocasión a demostrado que tiene coraje e inteligencia para ser nombrada toda una adulta, ganándose el respecto de sus compañeros. Desde hace algún tiempo, se ha podido observar que Ano Kata la tiene como una pieza fundamental para la Organización, aunque aún está en uno de los rangos más bajos.

- Función: Tiene su propio equipo de élite y lo usa a la perfección. Ella gracias a sus contactos tiene amplia facilidad en conseguir cualquier tipo de información a más de ser una maestra mediante el espionaje en el exterior, ocupándose de misiones por todo el mundo.    

- Armas: Le encanta las dagas y tiene un gran conocimiento sobre estas a más de usarlas con rapidez y seguridad. Siempre suele llevar alguna escondida por el cuerpo aunque a simple vista son imposibles de visualizar; hecho que deja a sus oponentes sorprendidos.

- Vehículo: Sabe conducir casi cualquier automóvil que se le cruce por delante. Tiene mucho aprecio a su Ciclomotor supermotard y con ella es inalcanzable. Uno de sus puntos fuertes, es que sabe manipular un motor en segundos; y eso lo aprendió en el tiempo que estuvo viviendo por las calles en su adolescencia.

- Puntos fuertes: Suele mantener la mente fría y distante, y no se deja llevar por momentos que no haya previsto y/o planeado.

- Puntos débiles: Cuando ve fuego, se olvida de todo lo que hay alrededor suyo y tiene el impulso de apagarlo.

- Relación con otros miembros: Por su escasez en la Organización aún no ha tenido acceso a altos miembros, aunque se desenvuelve fabulosamente y deja una notable huella a quienes han dialogado con ella.

Trasfondo
- Familia: Anteriormente: Su madre, su padre y sus cinco hermanas.

- Historia:

Los Etsu era una familia modélica, de alto rango en la sociedad, muy agradable y sofisticada. El padre de Akari, el señor Etsu, era diputado y el dinero entraba fácilmente en el hogar, por lo que a la muchacha nunca le faltó de nada, era más, tenía de todo.

El mismo día en que Akari cumplió sus diez años de edad, invitó a su casa sus amistades y familiares para celebrar una gran fiesta. Ésta fue divertida, con mucha comida y diversión. Cuando ya estaba anocheciendo y llegaba la hora de que cada invitado se fuese, la cumpleañera tuvo la gran idea de recoger algunas flores de su grandioso jardín y regalársela a cada persona.
Una vez salió y recogió todas la flores mientras observaban el cielo, vio que la casa empezaba arder ante sus azulados ojos. En ese instante, su pequeñísimo corazón se partió en mil pedazos. Corrió rápidamente a la puerta de entrada, aunque ésta se encontraba cerrada, su acceso era imposible. Miró a su alrededor, las ventanas también tenían alguna especie de bloqueo; se dio cuenta que era inútil, no podría entrar ni salir nadie. La pequeña, escuchó a sus familiares y amistades gritar y llorar desolados, intentando seguramente encontrar una forma de huir, mientras que el fuego les arrebataba poco a poco la vida. Fue una auténtica pesadilla para ella.
Entretanto, mientras que de sus ojos empezaba a fluir una sustancia salada, observó una sombra que hablaba toda animada a las llamas:

- ¡Ves! ¡Quien ríe último, ríe mejor! -y soltó una diabólica sonrisa. Parecía que no se había percatado de su presencia-. ¡Púdrete en el infierno, Etsu!

Akari, ante aquellas palabras, perdió el sentido común durante unos momentos. Inconscientemente, se puso a correr para alejarse del lugar. Sus dedos dejaron caer las flores que había recolectado; ella solo pensaba en una cosa: quería escapar de ese lugar, no sabía a donde, pero debía huir. Aquella noche la pasó completamente sola por las calles frías de la ciudad londinense.
A los días, leyó en los diarios que la casa había quedado carbonizada junto con los que se encontraban allí dentro. Tanto los bomberos como los policías no pudieron hacer nada para salvar las vidas de las cuarenta y ocho personas que se encontraban en ese lugar; aunque aseguraban que faltaba el cuerpo de alguna de las hijas del matrimonio Etsu; pero, no se indagó más ante aquel suceso ya que las llamas habían destruido cualquier posibilidad de pruebas.
En aquel mismo momento, Akari, se prometió que nunca más volvería a huir del fuego, y que sobretodo, encontraría aquel ser con malévola sonrisa que asesinó a sus seres queridos.
Como no tuvo a donde ir, ya que todas las personas a quien conocía se las había llevado el imparable fuego, no tuvo otro remedio que vivir en las calles. Hubo gente que se la encontró y quiso llevarla a un orfanato -que hubiera sido lo más lógico ante su estado- pero no, ella no quería, iba a averiguar quien era el causante de las muertes de sus padres, y encerrada, seguramente no lo conseguiría. De ahí en adelante, fundó junto con unos cuantos niños y niñas callejeros, más o menos de su edad, un grupo llamado "Caipiroska" (de ahí más tarde provendrá su alias en la Organización), con el cuál empezaron a impartir justicia. En esos tiempos, aprendió mucho: el compañerismo, la valentía, a defenderse por si sola, su carácter se hizo más fuerte y firme (ahí creó su frase: "Yo solo tengo una regla y es que nunca me equivoco, a partir de ahí puedes decir lo que quieras"); sin duda, ya no era la niñita imponente de antes, ahora era una mujer de pies a cabeza.

Años más tarde, descubrió con gran cantidad de investigaciones, que quien había acabado con la vida de sus familiares fue un miembro de una especie de mafia -o algo por el estilo- que se caracterizaban por ir vestidos de negro. Una noche, mientras conducía su querida motocicleta, vio que de una casa salía humo, muy leve, pero empezaba a quemarse. Por su manía más que conocida sobre el fuego, fue al lugar y allí encontró un hombre que en sus manos mantenía unas cerillas junto con la caja de estas. Por los alrededores observó que se hallaban unas botellas vacías que olían a gasolina. No hacía falta ser la mejor Sherlock Holmes para saber que él era el causante del fuego. Aquel hombre se reía de una forma que a Akari le causó un escalofrío que recorrió por toda su columna vertebral, desgarrador.
Le conocía, estaba completamente segura que él era el asesino de sus familiares, había visto aquella sonrisa cada noche en sus sueños, que al final, se convertían en pesadillas. Esta vez era igual que cuando tenía diez años.... Aunque a diferencia de la otra ocasión, ella no huiría.

- ¿Qué te pasa renacuajo? -preguntó el hombre levantando una de sus cejas, viéndose descubierto. La joven se quedó quieta pero manteniendo su postura firme, analizando la situación-. ¿Se te comió la lengua el gato?

- ¿Mataste a la familia Etsu, verdad? -preguntó, lo tenía claro, pero quería salir de dudas y ver la reacción de aquel hombre, quería comprobar si se arrepentía; si era así... No le haría nada.

A pesar de la poca visión que la joven tenía causada por la tenebrosidad, pudo percatarse que fruncía el ceño, y algo perplejo.

- ¿Quién eres? -Akari se quedó mirándolo detenidamente-. No, no puede ser... Tu eres... La hija que no fue encontrada... -sus murmullos fueron más que audibles para la joven-. En fin, esos eran basura, pura escoria insignificante como nosotros solemos decimos, ¡están mejor en la tumba! ¡Nos debían demasiados favores! -y río descontroladamente-. Bueno, eso da igual, de aquí poco ya no volverás a hablar y te reunirás con ellos.

Ella sabía perfectamente la intención de aquel hombre: iba a matarla para que no dijera nada y quedara todo como caso archivado. Pero la joven no lo consentiría, no. Ya había renunciado demasiado, ahora a él le tocaba pagar todo lo que le hizo; no se lo iba a pensar ni dos veces, ya había comprobado que aquel hombre no sentía resentimiento ninguno y eso ya se lo había dicho todo.
Cuando aquel hombre se fue acercando, de su americana sacó un revolver y Akari no le gustó, odiaba las armas de fuego.
Silenciosamente ella se agachó y levantó el bajo del pantalón derecho. Él hombre se la quedó mirando atentamente, confuso. Sujeto por el calcetín había un objeto y lo sacó del lugar. Seguidamente, se volvió a levantar, y la luz iluminó un poco su daga de siete centímetros.

- Mmm... Esto será divertido, lucharemos mientras esta casa se va pudriendo hasta quedar en cenizas.

Ante aquello, de un movimiento instantáneo, Akari le arrancó el arma con un golpe fuerte en la muñeca, rompiéndola. Luego lo tiró con una llame de kárate al suelo, dejándolo inmóvil. Segundos más tarde, la joven con toda la rabia acumulada en los últimos años, le clavó en el órgano sanguíneo su querida daga. Le apuñaló justo al corazón unas siete veces, sin piedad, asesinándolo a sangre fría mientras sus ojos reflejaban placer.

- ¿Sabe? -preguntó una vez hubo dejado el cuerpo inerte, éste ya no se retorcía por intentar defenderse. Después, miró la casa con melancolía-. El fuego es un ser desquiciado que debe ser silenciado para siempre.

Seguidamente de hablar, rebuscó en los bolsillos de aquel para ver si tenía un móvil. Cuando lo encontró, tecleó con rapidez el número telefónico de la policía, diciendo que había habido un incendio y que se diesen prisa a venir. Poco después, sin dar más información, cortó la comunicación.

Borró todo rastro que hubiera suyo por el lugar, para que no sospechasen de ella. Akari se encontraba en paz aunque su mente le repetía una y otra vez que lo que había hecho no era justo. No le importaba, nada ya le interesaba.
Caminó silenciosamente para alejarse de aquel lugar, cabizbaja, aún se escuchaban los gritos pidiendo auxilio de los que se encontraban en aquel hogar encerrados, rogando por sus vidas.

Poco después, sonrió con nostalgia, desapareciendo por una de las calles vacías de todo alcance de visión.

Aunque, no muy lejos del lugar, a unos metros camuflados entre la neblina y la oscuridad, se encontraba un Porsche 356A negro. Dentro de éste, sus dos residentes no se habían perdido nada de la ocurrido fuera. El de cabello largo y rubio sonrió con el cigarrillo en sus labios, para después decirle a su compañero con sombrero:

- Parece que hemos encontrado un nuevo miembro para Organización.




- Objetivo/Aspiraciones: Anteriormente, acabar con la vida del maníaco que asesinó a toda su familia.

Trauma/Miedos: Odia el fuego, y siente un gran respeto hacia éste.

Frase/s:
"Yo solo tengo una regla y es que nunca me equivoco, a partir de ahí puedes decir lo que quieras".
"El fuego, un ser desquiciado que debe ser silenciado para siempre".
"El cielo refleja tranquilidad, tanto cuando hay sol como tormenta... ¿verdad?"


Y hasta aquí mi presentación, espero que os haya gustado, y bueno, me parece que me he extendido un poco, pero es que me gustó mucho hacerla XD Si hay algunas faltas lo siento, aún soy bastante novata redactando jeje

Está muy bien, y de hecho de lo que mas me ha gustado es la forma en que está redactada. Efectivamente tienes tus taras, pero tienes un buen hacer evidente, un estilo propio y sobretodo, un ritmo narrativo notable (vamos, que se me ha hecho amena aun siendo un texto tan largo)

Aprovecho de paso para felicitarte por tu primer rol, el cual me ha encantado.